martes, 1 de septiembre de 2009

¿Por qué no?

¿Qué tanto te limita tu mente,
cuánto tus dudas, y tu alrededor?
¿Qué viene a vos cuando decidís
no probar?
¿Qué detiene a tu mirada,
qué impide a tus ojos despegar?
¿Cuántas voces callás para privarte,
qué espinas cortan tu respiración?
¿Alguna vez dejaste tu cuerpo fluir?
¿Creíste, sin pensar,
en la locura de mis labios?
¿Qué reprimió tu boca,
cuando te sedujo la tentación?
Contame, alguna vez,
cuándo gritaste sin razón...
Y no te olvides, si entendés,
de cómo estas preguntas,
te dejan sin aliento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario